Hoy os enseño un trabajo rápido y sencillo.
De esos que con un poco de pintura
la cosa cambia cien por cien.
Así estaba el pobre molinillo de café.
No tenía el cajoncito sólo la tapa que pegué con cola blanca.
Incluso había pasado por las manos de la peque
que creía que con un rotulador podía cambiarlo de aspecto.
No te puedes despistar un momento porque te la lían parda.
Es verte con pinceles y empiezan a revolotear alrededor de la mesa
Con un par de manos de pintura y un poco de color en los pomos
el molinillo parecía otro.
Con film (plástico de cocina)
y tierra ya tengo lista la maceta.
Un esqueje de suculenta
que son plantas que no necesitan mucho riego
y listo el molinillo-maceta.
El teléfono-maceta de mi admirada Marcela Cavaglieri
fue fuente de inspiración.
Espero que os haya gustado.
Me lo voy a llegar a casa de Marcela porque hace tiempo que no voy de
visita al Finde Frugal.
Gracias por vuestras visitas y comentarios.
Besosss!!!