Este cuadro lo compré en el Ikea para poner unas fotos, pero como rompí el cristal y nunca me acuerdo de comprar otro, estaba por casa sin usar.
Así que me decidí a darle un lavado de cara y colocarlo en algún sitio.
Voy a explicar un poco como fue el proceso, por si alguien está empezando en esto de las manualidades... yo también soy novata pero gracias a las explicaciones de otros blogs he ido aprendiendo, así que siento que debo hacer lo mismo por si puedo ayudar a alguien.
Así era antes de ponerme con él. Pegué el cristal para aprovecharlo.
Pasé la vela para que saltara la pintura y se viera la base que es madera oscura.
Pinté el cristal y el marco con una pintura al agua, color blanco roto. Pasé una lija fina por las esquinas para que saltara la pintura y dar ese aspecto envejecido. Se nota donde está pegado el cristal, pero una vez que ponga la servilleta ya queda disimulado.
Esta es la servilleta que he usado, la rasgué con los dedos y la fuí
colocando sobre el cuadro.
Pegué la servilleta con cola disuelta en un poco de agua.
Pegada y seca la servilleta, estarcí con una plantillas unas palabras, sellos,.. como por ahora tengo muy pocas, no tengo que romperme mucho la cabeza.
A la servilleta le di con la esponja por los bordes para oscurecer un poco, también a todo el cuadro para oscurecer un poco porque estaba muy blanco.
Un par de manos de barniz en spray para proteger todo y después poder limpiar cuando esté colocado.
Este es el resultado final, igual quedó un poco cargado pero como estoy empezando me emociono y empiezo a poner cosas...